Una etapa crítica para consolidar los avances del tratamiento y sostener la abstinencia en el tiempo.
Dotar al paciente de estrategias concretas para reconocer, anticipar y afrontar situaciones de riesgo, emociones intensas y pensamientos que podrían desencadenar una recaída, desarrollando planes de acción para actuar con conciencia en momentos críticos.
La recaída no ocurre de forma repentina, sino que es el resultado de un proceso gradual, muchas veces imperceptible para el paciente. El estrés, los conflictos emocionales, los entornos tóxicos o la idealización del consumo son factores frecuentes. Este módulo se enfoca en interrumpir ese proceso a tiempo y desarrollar un sistema de prevención basado en el autocuidado y la toma de decisiones.